¿COMO ESCAPAREMOS… SI DESCUIDAMOS UNA SALVACION TAN GRANDE? (Hebreos 2:3)

30.03.2012 23:25

Estoy consciente que escribir del Señor Jesucristo son palabras mayores; porque la personalidad del Hijo de Dios está más allá de todo análisis de la inteligencia humana. (MATEO 16:16,17)

Ningún Psicólogo, Psiquiatra, Filósofo, Maestro o Teólogo, logrará jamás explicar con exactitud el misterio de la segunda persona del trino Dios, que fue hecho carne para salvar al pecador.

La razón es clara; el Hijo de Dios es eterno y su naturaleza increada es divina. San Juan, el evangelista, nos da testimonio de Él: "Antes que nada existiera, ya existía Cristo con Dios. Cristo siempre ha existido porque Él es Dios, Él creó todo lo que existe… en Él está la vida eterna… y Cristo tomó cuerpo humano y vivió en la tierra entre nosotros, lleno de verdad y de amor… vimos su gloria, la gloria del único Hijo del padre celestial". (JUAN 1:1-3,14 NT. Dios es amor).

En estos días, Discovery Channel, presentó un documental, por medio del cual se nos dice que Cristo Jesús está lejos de ser, lo que los escritos históricos e inspirados, las Sagradas Escrituras, nos dicen de Él.

El Código Da Vinci, una novela, en que el autor nos quiere hacer creer en un "Cristo" personal que sólo existió en la mente incrédula de él. Da Vinci al menos tuvo la honradez de reconocer que sus escritos eran una especie de fábula. A la altura del "Cristo" de la Nueva Era o del "Cristo" Mormón.

A la luz de este documental y de otros escritos que de vez en cuando leo en algunos periódicos y revistas de amplia circulación nacional; artículos en los cuales se nos habla de un "Cristo" de corte marxista, de un "Cristo" similar a esos maestros "iluminados" de la india, o de un Cristo que cada año vuelve a ser un "niño Dios". El señor me guía a dejar una reflexión bíblica sobre la cruz, el Señor Jesucristo y su muerte expiatoria en el calvario.

La enseñanza de la cruz, está íntimamente asociada con la muerte de nuestro Redentor; Cristo Jesús. Sin embargo me atrevo a asegurar que nadie ha conocido o conoce el significado total de ella. Ningún pensador, doctor en teología o expositor de la palabra inspirada, por sabio y brillante que sea, ha podido ni podrá sondear las profundidades y el significado total de los sufrimientos y la muerte del Salvador. Lo anterior es un profundo misterio, que no le es dado al hombre conocer. "Lo secreto le pertenece… a nuestro Dios, pero lo revelado nos pertenece a nosotros…

(Deuteronomio 29:29 N.V.I.)

Al mismo Apóstol Pablo sólo le fue permitido al final de su vida: "…conocer... el significado de sufrir y morir con El." (Filipenses 3:10 NT.)

Dos razones, (creo yo) para el misterio de la cruz:

En la densa oscuridad que lo cubría, no hubo misericordia, ni gracia, El era y es nuestro sustituto.

Fue en ese momento que Él que no conoció pecado, fue hecho pecado por nosotros. Cristo mi Señor vino a ser el sacrificio por el pecado del mundo. El Justo fue tratado como pecado. ¿Por qué el Padre hizo a su Hijo pecado por nosotros? Porque le ama a usted y a mí. ¡Dios hizo del alma de Cristo Jesús una ofrenda por nuestras transgresiones, El cargó en sí nuestra maldad. El Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo, estaba muriendo por usted y por mí (JUAN 1:29).

Si usted rechaza al Cristo de Dios como su único Salvador ¿Qué espera usted en las manos de Dios, cuando esté frente a Él algún día? ¿Cree que escapará del juicio de un Dios al cual usted ha rechazado como Padre en Cristo? Si usted no cree que Cristo es el Dios encarnado y si no le recibe en arrepentimiento como su Salvador personal, Dios será su Juez; ya que usted no aceptó al dador de la vida, Cristo el Señor. El escritor inspirado en HEBREOS 2:3 te hace una solemne pregunta: "¿Cómo escaparemos nosotros (Y TU) si descuidamos una salvación tan grande?

La Escritura te dice, si ese es tu caso; que no habrá escapatoria, porque no hay otro camino. Cristo ha pagado un alto y único precio que Dios aceptó para que tú y yo seamos salvos del juicio venidero.

  1. Dios tendió una nube de oscuridad sobre la cruz y el Cristo crucificado. Hubo tres horas de densas tinieblas en el calvario. Mi bendito Señor murió en profunda oscuridad, el que es la Luz, el Padre lo cubrió en su agonía en tenebrosa oscuridad para que tú y yo vivamos en luz. El escondió el sol. Cristo estuvo seis horas crucificado; en las primeras tres horas el hombre descargó toda su maldad en Él. A las doce del mediodía Dios el Padre lo tomó y descargó en su hijo todo el peso de su justicia violada por nuestro pecado.
  2. La otra razón para el misterio de la cruz:

Escrito está: La Palabra de la cruz es locura a los que se pierden…" (1 Corintios 1:18)

En la actualidad la cruz es un símbolo muy popular. Alrededor de ella se ha montado un comercio muy lucrativo. Hay cruces para todos los gustos, de diferentes tamaños y diversos materiales. Las hay sencillas y lujosas, unas valen unos pocos pesos, otras, una fortuna. Sí, hay cruces que son verdaderas obras de arte. Hay cruces tan hermosas y valiosas que sólo las pueden poseer los coleccionistas millonarios o los grandes museos. ¡Esas son cruces bonitas!

Pero, permítame decirle, que la cruz en la cual murió mi bendito Señor no fue bonita, ella era un espantoso instrumento de tortura y muerte. Allí, Cristo no era atractivo, allí, la Rosa de Sarón y el Lirio de los Valles fue desfigurado, molido; no tanto por los sufrimientos físicos que producía la terrible muerte por crucifixión; sino, el espantoso dolor moral, emocional y espiritual, que sintió el Redentor cuando llevó sobre su persona inmaculada, todos los pecados de una raza caída. El fue desamparado por su Padre para que tú y yo en Él, recibamos el amparo divino. No puedo explicarlo, pero la Luz de mundo quedó en tinieblas, soledad y juicio; creo que Dios tendió ese manto de oscuridad, para que los hombres y los ángeles no vieran, cómo Dios descargaba su justa ira por el pecado.

Cristo literalmente fue hecho pecado. "Cristo se ofreció sólo una vez… en sacrificio para quitar de en medio el pecado" (HEBREOS 9:25-26 NT.).

Hoy, como ayer, los intelectuales y poderosos, en su inmensa mayoría, prefieren un Cristo sin cruz, esto es; un cristianismo con cruces bonitas, cómodas, atractivas ¡y que no lastimen su orgullo, su moral de "buenas personas" y su humanismo "cristiano"! ¿Sabe por qué? Porque la cruz no armoniza con la autosuficiencia, el orgullo y la lógica humana; la salvación que Dios nos da en el Cristo crucificado, descarta nuestras buenas obras como pago para ir al cielo. (EFESIOS 2:8-9). El mensaje de la cruz sólo se conjuga con la gracia, fe, arrepentimiento, aceptación y entrega.

Hay una institución universal que trabaja para beneficio de la humanidad la cual tomó como emblema de servicio la cruz y lleva su nombre: CRUZ ROJA.

Pero la cruz de Cristo no es una ambulancia enviada del cielo para socorrernos cuando nos sentimos mal, no es la cruz un arreglo temporal de primeros auxilios cuando algo se desajusta en nuestros proyectos y planes; no es un plan B de parte de Dios para construir puentes de autorrealizaciones, en los caminos que nosotros "inteligentemente" hemos construido. No es una "bonita" ilusión de una religión, para consolarnos en medio del sufrimiento.

Usted, amigo mío, que cree que el evangelio es un cuento de judíos supersticiosos y que Cristo es una especie de visionario, producto de las condiciones sociopolíticas de su tiempo; Dios tiene para usted una pregunta crucial, su respuesta lo marcará eternamente. Esa pregunta es: "¿Cómo escapará usted si tiene en poco una salvación tan grande? Esta salvación fue anunciada primeramente por el Señor, y los que la oyeron nos la confirmaron. A su vez, Dios ratificó su testimonio acerca de ella, con señales, prodigios, diversos milagros y dones distribuidos por el Espíritu Santo…" (HEBREOS 2:3-4 N.V.I.) ¿Tiene mi amigo incrédulo la respuesta a la pregunta que el Señor le hace por medio del escritor inspirado?

La respuesta es, que sin el Cristo crucificado, sin calvario, sin sangre derramada en la cruz; no hay salvación. Escrito está: "Sin derramamiento de sangre no hay perdón" (HEBREOS 9:22)

Mi oración, amigo lector, es que recibas en fe al Señor Jesucristo. Si lo haces, DIOS TE DARA EN ÉL Y POR ÉL, LA VIDA ABUNDANTE; CONFORME A LA PROMESA DE SU PALABRA: "El que cree en Él no es condenado… (SAN JUAN 3:18) ¿LO HARAS?

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