ESCUDRIÑAD LAS ESCRITURAS

30.03.2012 23:10

Con fecha del 27 de Agosto del año 2000, en un prestigioso medio de comunicación, en el suplemento dominical, se publicó un interesante artículo, que su autor el doctor OCTAVIO ARIZMENDI POSADA tituló, "LA AUTORIDAD DEL PASADO".

Los argumentos bíblicos y patrísticos a que hace alusión el autor, con el propósito de probar, que la institución papal tuvo su origen en el mismo Señor JESUCRISTO, por aquello de que "tu eres pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia". (Mt. 16:18), son muy respetables, pero en mi concepto equivocados. Una parte del mundo cristiano, no comparte dicha interpretación.

Hay un principio de sana interpretación bíblica universal que no nos permite aislar textos de sus contextos, por que "un texto sin su contexto es un pretexto".

En cuanto a las fuentes patrísticas citadas por el Doctor ARIZMENDI, no dicen toda la verdad o no han sido en algunos casos, presentadas en su totalidad. Sabemos que los "padres" de la iglesia primitiva no compartían un ciento por ciento tal interpretación como nos lo quieren hacer creer muchos escritores laicos y jerarcas católicos.

En su manual de eclesiología Pág. 83, el historiador y teólogo Dr. Dana nos dice "esa doctrina, el primado universal de Pedro, comenzó a gestarse después de la muerte del ultimo apóstol, y paulatinamente se fue desarrollando hasta su culminación en los siglos V y VI ". Para muestra un botón basta. San Agustín de Hipona, contemporáneo de Jerónimo (345 – 420) al comentar el controvertido texto de Mt. 16:18 dijo: "…sobre esta piedra que has confesado edificaré mi iglesia, pues la piedra era Cristo, y el mismo Pedro fue edificado sobre Cristo, siendo éste, Cristo, el fundamento…", lo anterior lo confirma Pablo en Ef. 2:20, "edificados sobre el fundamento de los apóstoles… (nótese el plural, no solo sobre Pedro), siendo la PRINCIPAL piedra JESUCRISTO".

Soy consciente que la doctrina del primado de Pedro, y sus "sucesores", y su inhabilidad es para la iglesia de Roma básica-dogma. Creo sinceramente que el ilustre Rector universitario es una persona honesta en su fe y como tal merece mis respetos, pero me es imposible aceptar su punto de vista, que no es otro que el mismo que la iglesia Romana ha sostenido a través de los siglos.

Los textos bíblicos a que hace alusión la iglesia y Arizmendi son Mt. 16:18-19; Lc. 22:32 y Jn. 21:15-17. Es doctrina católica que el papa es la "roca" como sucesor de Pedro y que tiene las "llaves para atar y desatar. Pablo y Pedro fueron principalmente, enviados a dar testimonio de Cristo a dos pueblos distintos como consta en Gal. 2:7-8; Pablo a los gentiles, Pedro a los judíos; sin que lo anterior implicara que no podían dar testimonio al pueblo judío como lo hizo Pablo inicialmente, o como lo hizo Pedro en algunas ocasiones con los gentiles.

El erudito en griego y hebreo, maestro en las Sagradas Escrituras, Dr. Scofield, anota lo siguiente en relación con el pasaje de Mateo 16:18: "…en el griego hay un juego de palabras en ésta expresión ‘tú eres Pedro’ (petros literalmente, una pequeña piedra), y sobre ésta roca (petra), edificaré mi iglesia. Petros = pedro; petra = roca; él, Cristo, no edificó Su Iglesia sobre petros, o sea Pedro, sino sobre ‘petra’, o sea la Roca Eterna de Los Siglos, la cual es Cristo mismo."

Pedro lo sabía por revelación divina y tiene cuidado de decirlo en su primera carta capítulo 2:4-9. Sobre Mateo 16:19: "… y a ti te daré las llaves del reino de los cielos…" Sí, pero son las llaves del reino y no de la Iglesia, y Pedro las utilizó el día de Pentecostés para dar entrada en el Reino de Dios al primer gentil, que fue Cornelio (Hechos 1:10).

Una llave es símbolo de autoridad y poder; sabemos que esa llave está en las benditas manos del único Señor y Salvador, Cristo. "…Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave… El que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre." Apoc. 3:7. La Escritura explica y da límites a ese encargo. Por la Palabra inspirada vemos que Pedro no se atribuyó ninguna autoridad sobre los otros apóstoles (Hechos 15:7-11).

En el Concilio de Jerusalén fue Santiago y no Pedro quien presidió, y aunque Pedro habló al principio, Santiago terminó diciendo: "Yo juzgo… no se inquiete a los gentiles…" (Ver verso 19). No fue Pedro el que tomó la decisión final. Dice el texto: "… pareció bien a los apóstoles y a los ancianos con toda la iglesia elegir varones y enviarlos." (Hechos 15:22).

Los otros discípulos recibieron también el poder de atar y desatar (Mateo 18:18, Juan 20:23). Este privilegio no significaba determinar el destino eterno de las almas. El único que posee el poder de salvar y condenar es Jesucristo. Apocalipsis 1:18. Santiago 4:12 señala que uno sólo es el dador de la ley; (Dios), que puede salvar y perder.

En Lucas 22:32 Cristo no está hablando de ninguna inhabilidad a Pedro, más bien predice la fabilidad del apóstol de la circuncisión, el cual fue reprendido por Pablo en Antioquia, con frases fuertes como: "… le resistí cara a cara, porque era de condenar… tenía miedo… y en su simulación (hipocresía), etc.…" (Gálatas 2:11-13). Cristo le encarga a Pedro tres veces, animar y confirmar a sus hermanos, porque tres veces lo negó, por temor, al ser identificado como discípulo del Señor (Mateo 26:69-74). Es posible que Pedro hubiera sido sacrificado en Roma, como Pablo también; lo anterior, su sepultura en Roma, no es, a la luz de muchos teólogos, historiadores y eruditos cristianos, ningún argumento de peso sobre el primado de Pedro y sus "sucesores".

En cuanto a la "maldad" de Martín Lucero, a que hace alusión el doctor Arismendi en su artículo, es de conocimiento mundial, como Juan Pablo II fue a la misma ciudad donde el reformador clavó sus 95 tesis y pidió perdón por los desmanes e injusticias cometidas en su tiempo por la iglesia Romana. Con fecha 10 de mayo de 1994, en el periódico "El Espectador", fue publicado un artículo por el periodista Juan Arias, titulado "Perdón por veinte siglos de errores". El subtítulo dice: "Juan Pablo II envía a los cardenales un polémico documento para su estudio."

Algunos de los apartes del documento papal dice: "Un examen de conciencia… por los errores cometidos… como los tribunales de la inquisición, las guerras de religión… las violaciones de los derechos humanos." El documento ‘pontificio’ termina con una propuesta singular: "… que la Iglesia actualice su martirologio, introduciendo a mártires desconocidos, no solo católicos, sino también ortodoxos y PROTESTANTES…" Todo comentario sobra.

"Escudriñad las escrituras… ellas dan testimonio de mí…" Juan 5:39. 

Una condensación de este artículo fue publicado por el periódico colombiano El Tiempo, en el año 2000.

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