LOS ERRORES DE UN HOMBRE DE DIOS

30.03.2012 23:21

Las Santas Escrituras nos hablan de hombres y mujeres que guiados por la mano de Dios "…conquistaron reinos, hicieron justicia… cerraron bocas de leones… se mostraron valientes en la guerra, y pusieron en fuga a ejércitos extranjeros". (Hebreos 11:33)

Estas personas dejaron su huella a través de la historia. Sus nombres y hechos quedaron registrados en las Escrituras con el propósito de servirnos de ejemplo, ánimo e inspiración. Pero también ellos como seres humanos, cayeron en errores de cálculo y en conductas equivocadas, y esto último fue escrito "…para advertencia nuestra…" (1 Corintios 10:11) y aún de sus fallas podemos extraer lecciones provechosas para nuestras vidas.

Tal el es caso de uno de los hombres de Dios más grandes y sobresalientes que marcó para siempre a la nación hebrea; al cual respetan y veneran las tres religiones monoteístas que hay en el mundo: El Judaísmo, El Islamismo y el cristianismo, y este hombre es MOISES. El cual es llamado con propiedad el Legislador y libertador de Israel.

Era MOISES un hombre de muchas virtudes y talentos. Con valor, visión, perseverancia, patriotismo, justicia, espíritu organizativo y participativo, ecuanimidad, humildad, etc. Pero como ser humano cometió errores hasta el fin de su vida; (como nosotros).

(Números 20:12 N.T.I. "El Señor les dijo a Moisés y a Aarón: por no haber confiado en mí… no serán ustedes los que lleven a esta comunidad a la tierra que les he dado".) Lo cual corrobora la verdad de la Palabra de Dios de que: "No hay en la tierra nadie tan justo que haga bien y nunca peque". (Eclesiastés 7:20 N.T.I.)

Hace muchos años leí de un siervo de Dios, un artículo sobre la vida de Moisés y aunque no recuerdo la mayoría de lo que leí, si retengo en mi mente lo esencial, a lo cual me permito ponerle "carne" para la edificación del hermano lector:

"Cuando cumplió cuarenta años, Moisés tuvo el deseo de allegarse a los hermanos israelitas. Al ver que un egipcio maltrataba a uno de ellos, acudió en su defensa y lo vengó matando al egipcio. MOISES suponía, que sus hermanos reconocerían que Dios iba a libertarlos por medio de él, pero ellos no lo comprendieron así". (Hechos 7:23-25 N.T.I.)

Es frecuente, que nos equivoquemos en cuándo, a quienes, cómo y adonde, el Señor nos quiere llevar para ser útil en sus manos y de acuerdo a sus propósitos. Toda precipitación nuestra, sin su llamamiento y aprobación, es dañina. MOISES se adelantó al plan que Dios tenía para liberar a Israel y eso le costó la vida a un egipcio y la huida al desierto por cuarenta años; y claro, el desconocimiento de muchos hebreos, en ese momento, de que él iba a ser el instrumento de Dios para sacarlos de Egipto y conducirlos a la tierra prometida. Escrito está: "Todo tiene su tiempo… y todo tiene su hora".

Hay hermanos sinceros, que como MOISES, "matan a los egipcios" y no reciben la aprobación de todo el pueblo de Dios. Puesto que no es asunto de buscar un ministerio "cuando nos viene al corazón" "cuando otros nos envían", sino cuando, como MOISES, oímos después de un largo período de tiempo, la voz de Dios: "Ven… ahora y te enviaré... (Éxodo 3:10) y ese llamamiento sólo es genuino cuando el Señor nos quebranta en el "desierto" de la vida por mucho tiempo. MOISES tuvo primero que vivir en el desierto, para poder estar preparado para la revelación y llamamiento del Señor en medio de la zarza. (Éxodo 3:1-10) NO HABRA ZARZA SIN DESIERTO.

En el presente caso Dios llamó a su siervo a una edad muy avanzada; ochenta años.

(Hechos 7:30) Fue después de "pasados cuarenta años... (De cuando a él le había parecido, que Dios lo había comisionado para libertar a su pueblo).

Con lo anterior, no quiero decir que usted tiene que tener ochenta años para servir al Señor de acuerdo al ministerio que El, posiblemente le haya dado. Pero sí, que usted debe estar seguro que el Señor lo ha llamado a un ministerio específico, y debe tener claridad sobre el particular, si quiere ser de bendición.

Para mí, que Dios no llamó a MOISES a los cuarenta, sesenta o setenta y nueve años, entre otras cosas, porque a MOISES le faltaba madurez; prueba de ello fue, que quitó la vida a un hombre. No nos engañemos; no todos los viejos tienen madurez.

Es que un siervo del Señor tiene que relacionarse con personas de diferentes temperamentos, cultura, educación, edad, nacionalidades, raza, necesidades, costumbres, complejos y problemas; y por lo mismo sólo el Espíritu Santo puede darle sabiduría, compasión, gracia y tacto para llegar al corazón, con el mensaje de la cruz al no creyente, y con el consejo amoroso y lleno de gracia al hermano necesitado, porque el Espíritu Santo será estorbado en caracteres inmaduros.

  1. MOISES COMETIO UN ERROR EN RELACION AL TIEMPO EN QUE DIOS IBA A LIBERAR A ISRAEL,
  2. MOISES COMETIO UN ERROR EN CUANTO A LA EDAD DE SU LLAMAMIENTO.
  3. MOISES COMETIO UN ERROR EN RELACION CON LA SABIDURIA.

El creyó que la sabiduría que había recibido de los sabios egipcios lo hacía idóneo para ser el libertador de Israel "Pues fue enseñado… en toda la sabiduría de los egipcios;…" (Hechos 7:22)

(Y como "buen revolucionario" mató a un hijo del imperialismo egipcio) Porque MOISES, en esa etapa de su vida, aunque tenía el buen ejemplo de sus padres hebreos, pues vivió junto a ellos los primeros años de su vida y ellos le habían dado principios. Una cosa le faltaba: La unción del Dios Eterno. La sabiduría de los egipcios es la misma que nos es descrita en la Palabra de Dios "¿No ha convertido Dios en locura la sabiduría de este mundo?" (1 Corintios 1:20 N.T.I.).

En el caso presente, Dios tomó a MOISES y lo matriculó en su "universidad" por cuarenta años; las calles de esa universidad era: el desierto, el "pueblo" que él iba a guiar, cuidar y proteger, rebaños de ovejas, por palacio le dio una cabaña o quizá una tienda de pastor, los manjares de que él disfrutaba en Egipto, le fueron cambiados por la frugal comida de un humilde pastor, los vestidos lujosos, le fueron cambiados por las toscas vestimentas de los humildes pastores de medio oriente. Y allí por muchos años, rodeado en profunda soledad, expuesto al viento abrasador y largas vigilias en las noches del desierto; el Señor fue tratando su carácter, puliendo su personalidad ¿Qué cosas le diría en lo secreto? (algún día lo sabremos en la eternidad), y como Dios quería capacitarlo para la gigantesca labor que iba a entregar en sus manos, se le reveló en medio de la zarza y lo envió, "Estando allí,… se le apareció entre la zarza ardiente…y le dijo: "…Así que disponte a partir; voy a enviarte al Faraón para que saques a los israelitas que son mi pueblo" (Éxodo 3:2,10).

Creo que, el "estudio en la universidad" de Dios, se lo prolongó aún después de que él sacó a los israelitas de Egipto; porque tuvo que pasar cuarenta días con sus noches en ayuno, en la intimidad con Él en el monte Sinaí; y según su testimonio estuvo "espantado y temblando…" (Yo creo que él vio a Dios en su santidad y majestad… y El le permitió vivir por su gracia). (Hebreos 12:21 N.T.I.).

De esos encuentros con el Todo Poderoso aunque él inicialmente no lo sabía, "…de su rostro salía un haz de luz" (Éxodo 34:29 N.V.I.).

De lo anterior sacamos unas preciosas enseñanzas:

Es Él y nosotros con Él, en Cristo; que nos va a tratar, corregir, disciplinar, enseñar, guiar, consolar y sostener en el "desierto" y después del "desierto". Él es nuestra universidad; utilizando medios, circunstancias y personas, como instrumento de aprendizaje.

Él se guarda el derecho de enseñarnos la mansedumbre como lo hizo con MOISES.

  1. LA SABIDURIA DEL MUNDO, PUEDE SER EN MUCHOS CASOS, UNA CLASE DE SABIDURIA QUE NO VIENE DE DIOS "Sino que es terrenal, puramente humana y diabólica" (Santiago 3:15 N.V.I.). En contraste con la que Dios quiere darnos la cual es "pura y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y buenos frutos, imparcial y sincera." (Santiago 3:17 N.V.I.).
  2. ESTA CLASE DE SABIDURIA NO SE PUEDE APRENDER EN LOS ESTABLECIMIENTOS EDUCATIVOS, ni siquiera en los Institutos donde se prepara Pastores (los cuales en muchos casos son buenos, en su lugar). No es leyendo muchos libros, sino de rodillas, con el Libro de Dios abierto a nuestro corazón, en la soledad con Él, como MOISES.
  3. NO DEBEMOS TENER EN POCO LA EDUCACION Y CULTURA, PERO SIN CAER EN LA TRAMPA DE CREER QUE UN TITULO ACADEMICO NOS HACE MEJORES, SUPERIORES A HERMANOS MAS HUMILDES, para impartir el consejo de Dios. Hay casos en que la cultura es basura. "Por ganar a Cristo todo (y todo es todo) lo he dejado a un lado y lo considero basura. Mi anhelo es sentirme unido a El… (Filipenses 3:8,9 Paráfrasis de N.T.).

No se trata de despreciar la preparación intelectual, la cual es útil para las cosas de esta vida. Pero si estos conocimientos no están subordinados a la Palabra de Dios, son un estorbo y tienden a producir orgullo. (1 Corintios 8:1,2).

MOISES no es el hombre de una cultura; este hombre guiado por la mano del Eterno, rebasó la historia de Israel y se proyectó a través de los siglos y las culturas, como uno de los grandes hombres de Dios. El es hombre universal.

Me cautiva este hombre, tuvo el privilegio de ser el único ser humano del cual se nos dice que…hablaba el Señor con MOISES cara a cara, como quien habla con un amigo,… sin enigmas. El contemplaba la imagen del Señor…" (Éxodo 33:11 Números 12:18 N.V.I.) ¡Y aún así, "…muy humilde, más humilde que cualquier otro hombre sobre la tierra!"

(Números 12:3 N.V.I.),

El dejó una posición de poder y las riquezas que le pertenecían como hijo adoptivo de la hija de Faraón, dejó de creer que la sabiduría de Egipto lo hacía apto para la misión que le fue encomendada y se abandonó en las manos del Señor. ¿QUÉ HEMOS DEJADO QUE NOS DUELA POR EL SEÑOR, EN BENEFICIO DE SU IGLESIA Y CADA HERMANO QUE NECESITA NUESTRA GUIANZA?

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