UN ORGANISMO ESPIRITUAL VIVIENTE

30.03.2012 23:13

En el Diario capitalino "EL TIEMPO", el periodista Andrés Hurtado García, publicó un artículo titulado: "¡Súbete a mi saeta, hermano!", por medio del cual el autor deja traducir su espíritu de sarcasmo y de intolerancia a todo movimiento cristiano que se aparte de su fe religiosa, la cual para mí es respetable: "cuando se deja de creer en sistemas o doctrinas religiosas serias como la de Cristo (léase católica), se suele creer en cualquier cosa que va desde predicadores baratos y explotadores… y pretendidas curaciones que organizan algunos en patéticos y bien montados show’s… Y adoran cucarachas… en una secta supersecreta y esotérica…" Palabras textuales del articulista.

Es justo reconocer ciertas verdades presentadas en el artículo como:

1.- Hay sectas raras, extravagantes, manipuladoras y explotadoras

2.- Hay líderes "cristianos" que han hecho de la sublime doctrina de Cristo, su negocio particular, aún en las "doctrinas serias" a que hace alusión el periodista. Conducta condenada por Dios, Hechos 8:18-21

3.- La doctrina de sanidad. En algunos círculos religiosos ha sido malinterpretada y mal utilizada para ganar popularidad y en algunos casos para sacar provecho económico.

Lo cual no significa que Dios no sane en nuestros días, si esa sanidad está en sus propósitos eternos, Lucas 1:30-37.

Lo peligroso de este tipo de publicaciones, y el periodista lo sabe, son las generalizaciones. El articulista peca o por ignorar el tema o por falta de imparcialidad. Si lo primero, en un campo tan delicado y complejo como lo es el del cristianismo en sus diferentes vertientes históricas y manifestaciones teológicas, y al tratar el mundo de las "doctrinas serias", denominaciones, iglesias independientes y sectas, etc., debería, para no desinformar, documentarse en historia, Sagradas Escrituras y haber ido a las mismas fuentes, las iglesias cristianas, para averiguar e investigar y no caer en interpretaciones baratas.

Si lo segundo, sectarismo religioso, un buen periodista no se puede dar ese "lujo" sin perder respetabilidad y seriedad. Los lectores merecemos respeto. Reconozco que en el oscuro mundo de las sectas hay peligro y engaño, que ellas están bien definidas por su etimología y manera de actuar; preocupa que existan personas cultas y aún creyentes que ignoran la diferencia y distancia que existe entre una secta y la esencia, origen y raíz de la Iglesia Universal de Cristo y lo que es una vida Cristo-céntrica. Es inquietante cuando las personas confunden, las sectas cristianas (Dios nos guarde de ellas), con movimientos esotéricos "supersecretos que comulgan con cucarachas", que tienen otro origen más afín a la gnosis, Nueva Era… y al animismo y brujería. ¡Qué desinformación! Para ilustración del periodista y muchos, la Iglesia de Cristo como movimiento histórico, en muchas de sus manifestaciones ha llevado y predicado la doctrina de Cristo a todos los pueblos y presentado al Salvador como la única respuesta de parte de Dios al problema del pecado.

Que esa iglesia ha aportado a nivel mundial y nacional su cuota de martirio en algunos de sus miembros. Que muchos hombres y mujeres han dejado la comodidad de sus hogares en países prósperos (Canadá, U.S.A., Australia, Nueva Zelanda, etc.), y que, motivados por amor a Cristo y a las almas, no a la chequera, como maliciosamente da a entender el periodista, se han venido a vivir a naciones como la nuestra, con problemas de orden público, poniendo en peligro su integridad física y la de sus esposas e hijos, sufriendo en algunos casos problemas y dificultades junto con las nacionales, y que ellos gustosos los comparten, por obediencia al mandato de Cristo. Mateo 28:19-20.

Hombres y mujeres de Dios, e iglesias que de la palabra han pasado a los hechos expresando su amor de diferentes maneras: fundando hogares para niños abandonados y ancianos sin recursos económicos, hogares de restauración para drogadictos, consejería familiar, escuelas, colegios, etc. Esta Iglesia, que a través de los siglos se ha distinguido por su respeto a las autoridades, leyes y símbolos patrios, que predica un estilo de vida santo, justo y misericordioso, que tiene como único manual de fe y conducta las Sagradas Escrituras, II de Timoteo 3:16-17. Esta iglesia, de la cual el estadista Argentino Faustino Sarmiento llamó con propiedad: "el pueblo del libro". Esta Iglesia que se aprecia de no haber levantado en los altares de los corazones a ninguna persona diferente, a Cristo Jesús y que con Pablo el Apóstol proclama: "no me propuse predicaros a otro sino a Cristo y a este crucificado."

Dice un escritor: "Es que las verdaderas sectas tienen errores tan obvios y formas de vida tan lejos de Cristo, que un creyente con un poco de discernimiento puede observar que ellas promocionan, con astucia, libertinaje sexual, ganancias que riñen con la ética cristiana, desobediencia a las leyes, rompimiento familiar, etc. Allí se le rinde culto a líderes que se presentan como ángeles y cristos, libros que pretenden ser de inspiración divina. El ataque a la Iglesia de Cristo, utilizando indiscriminadamente la palabra secta, es realizado por personas u organizaciones que en el fondo no están interesadas en resaltar la verdad e ilustrar a las personas del peligro de las sectas, no; su interés es atacar a la iglesia, la cual es identificada peyorativamente con cualquier secta sin importar lo extravagante que esta sea. Con tal propósito, se utilizan términos despectivos, promocionando la idea de la unidad nacional, familiar y eclesial, si uno permanece en el seno de la religión tradicional."

Dice el periodista: "los predicadores pícaros y embaucadores…" Estamos de acuerdo, son una calamidad. ¿Pero qué tiene que ver lo anterior con la Iglesia Cristiana? Porque Asamblea que se respete no tolera, ni admite líderes de esa categoría.

Las Iglesias Cristianas tienen profundos principios de justicia y verdad, la directriz bíblica que ellas viven y proclaman es clara: "apacentad la grey de Dios… cuidando de ella, no por fuerza… voluntariamente; no por ganancia deshonesta… sino siendo ejemplo de la grey." I de Pedro 5:2,3.

"Me enfurezco contra miles de personas que se dejan estafar…" Para tranquilidad del periodista y otros, cuando los creyentes aportamos dinero a las asambleas, estamos conscientes que es por una causa justa, noble y santa. No somos borregos, sabemos que el destino de ese dinero es, principalmente, para proclamar el mensaje del evangelio de Cristo. Radio, televisión, internet, literatura, sostén de obreros cristianos, ayuda a los necesitados, conservación y adquisición de lugares de culto, etc., cuestan dinero. La Iglesia Primitiva recolectaba ofrendas, II de Corintios 8:1-4, 19, 20, 21, y Cristo alabó el espíritu liberal de la viuda pobre diciendo: "porqué… aquellos echaron para las ofrendas lo que les sobra; mas ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía." Lucas 21:4.

El modelo de Jesús y apostólico siempre será nuestra referencia… incluyendo lo económico.

El pastor y escritor cristiano Jaime Mirón nos dice en uno de sus artículos: "Juan el apóstol resalta tres pruebas principales, para probar los espíritus si son de Dios…" I de Juan 4:1

1° La prueba teológica

¿Quién dicen ellos que es Jesucristo según esa doctrina? ¿Qué hacer para ser salvo? Hechos 16:30-31. El apóstol declara que el verdadero creyente tiene que confesar al Hijo. I de Juan 2:23, tendrá que decir lo que la Biblia enseña sobre Él: Que Cristo es Dios manifestado en carne; Juan 1:1-14 y que Él murió por nuestros pecados. Romanos 5:8-9. Que la salvación solo se encuentra en Él. Hechos 4:12, y que esa salvación es un regalo inmerecido de Dios para todo el que lo quiera aceptar por fe, aparte de las obras. Juan 3:16, Efesios 2:8-9.

2° La prueba moral

La confesión de que Cristo es la misma deidad encarnada. Mateo 1:23, el único salvador y mediador. Hechos 4:12, I de Timoteo 2:5, es una verdad inalterable como algo práctico en la vida de la persona. Dios se hará evidente en el testimonio de sus hijos, porque el creyente reflejará a Cristo, Romanos 8:29.

3° La prueba social

Esta característica será evidente en una asamblea cristiana y en cada creyente con la verdad teológica y moral, porque el amor de Dios en él es verdad: I de Juan 2:9-11 y 4:7-8; consideremos los siguientes textos en I de Juan 3:17-18: "pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y verdad." Hasta aquí el escritor Jaime Mirón. Todo comentario sobra.

Algunas características de las sectas:

1° Rinden culto a hombres o mujeres; "el profeta o la profetiza"

2° Exigen lealtad incondicional a la secta por encima de Cristo.

3° Hacen proselitismo agresivo entre las iglesias cristianas con el propósito de que los sigan a ellos. Mateo 23:15.

4° Tienen libros "inspirados" paralelos a las Sagradas Escrituras.

5° Son contenciosos, intolerantes, su énfasis no es la persona de Cristo y su Obra, sino alguna doctrina particular, la cual es el centro de su enseñanza. II de Timoteo 2:23-24.

Sobre los sectarios y contenciosos hay mandato apostólico: "No lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡bienvenidos!" II de Juan 10:11.

Para todos aquellos que confunden la Iglesia de Cristo a nivel local y a la Iglesia Universal con alguna o algunas sectas, y que "olímpicamente" dicen: "todas son iguales", le debe quedar claro: el amor verdadero en el creyente genuino es paralelo a la verdad de la palabra de Dios y este amor y la verdad se expresan por una vida santa, justa y de servicio. Efesios 4:15-16.

La Iglesia de Cristo es mucho más que: "sistemas o doctrinas religiosas serias", la Iglesia de Cristo es un organismo viviente por el poder del Espíritu Santo, teniendo como fundamento a la persona de Cristo el Señor: "…y sobre esta roca edificaré mi iglesia…" Mateo 16:18. Piedra Viva, dice el apóstol Pedro refiriéndose a Cristo, y Roca que hace caer a los que confían en instituciones religiosas y no en el Cristo viviente. I de Pedro 2:4-8. Y la Roca Eterna es Cristo El Señor.

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